Pueblos Mágicos

Aculco, el destino ideal para los amantes de la escalada

Aculco fue reconocido como Pueblo Mágico en 2015 y tiene mucho que ver con su oferta artesanal. Se encuentra piedra tallada, además de textiles como bordados de lana, manta, y sarapes
Aculco

Foto Wikipedia Armando Olivo Martín del Campo

No solo es uno de los Pueblos Mágicos más cercanos a la capital del país, también es uno de los más diversos. Aculco es el destino perfecto para practicar rapel, ciclismo acrobático y levantamiento de brazo al comer barbacoa y beber curados de pulque. 

Aculco se encuentra en el Estado de México, una de las entidades con más Pueblos Mágicos del país entero. Se ubica a solo 42 minutos de San Juan del Río en Querétaro, a una hora y media de Toluca y a poco más de 2 horas de la Ciudad de México

Fue formado por los otomíes alrededor del año 10 de nuestra era y conquistado por los mexicas en el siglo XIV. Su nombre actual proviene de la lengua náhuatl y significa “lugar donde tuerce el agua”.

Se puede llegar en auto o en transporte público atravesando un camino con vistas espectaculares. Aculco posee un clima de montaña y se encuentra rodeado de peñascos, cascadas y arquitectura colonial. 

El recorrido por este pueblito tiene que empezar en su Centro Histórico, donde su quiosquito y su gente cálida dan la bienvenida a propios y ajenos. Llaman la atención sus calles y callejones empedrados.

La Plazoleta Miguel Hidalgo y Costilla es uno de los imperdibles de Aculco, se exhibe un pequeño busto rodeado por jaracarandas para rendir culto al “Padre de la Patria”.  

A propósito de este famoso insurgente y sacerdote mexicano, la Casa Hidalgo, de arquitectura ibérica, donde pasó Hidalgo en camino hacia la Ciudad de México allá por 1810, es también una parada obligada de todo tour

Aculco cuenta con edificios históricos que conservan verdaderas obras de arte, es el caso de la Parroquia y Ex Convento de San Jerónimo, que alberga “La última cena” del pintor Miguel Cabrera.

Pero el Santuario del Señor de Nenthé no se queda atrás, es conocido como “Señor del agua” porque se cuenta que cuando el viejo templo se incendiaba, la imagen del santo fue buscada sin éxito, hasta que al día siguiente fue encontrada a los pies de una encina de la cual comenzó a brotar un manantial.

La historia de Aculco es encantadora, pero sus maravillas naturales también. Visitar el Cañon de Aculco es probablemente una de las experiencias más bonitas que se vivirán en esta escapada. 

Ahí se encuentra la Cascada de la Concepción sobre columnas de prismas basálticos y con una impresionante caída de 25 metros. Y la Cascada de Tixhiñu también es parte del recorrido. En estos spots, se puede descansar, pasear en lancha, practicar campismo y senderismo.

Sus aguas son alimentadas por la Presa de Ñadó, donde se los visitantes disfrutan de actividades campestres y de algunas de las mejores vistas de Aculco. Pescar es una de las mejores opciones para compartir toda la familia. 

Y cuando el cuerpo necesite un plus de energía, basta con hacer una parada en alguno de los restaurantes, mercados o puestitos del pueblo para disfrutar de enchiladas aculquenses, barbacoa y escamoles. También hay dulces de leche, jamoncillos y curados de pulque. 

Aculco fue reconocido como Pueblo Mágico en 2015 y tiene mucho que ver con su oferta artesanal. Se encuentra piedra tallada, además de textiles como bordados de lana, manta, y sarapes o hechos en fibras de ixtle como ayates y sombreros.

Hay mucho por contar y mucho más por disfrutar en este pueblito mexiquense.