Día del Padre en México

Orígenes, significado y actualidad de una celebración familiar
El Día del Padre en México es una fecha dedicada a reconocer y homenajear la figura paterna dentro del núcleo familiar. Aunque no tiene el mismo nivel de arraigo o despliegue comercial que el Día de las Madres, su importancia emocional y simbólica ha crecido con el paso del tiempo, consolidándose como una oportunidad para fortalecer los lazos familiares y agradecer la presencia, guía y esfuerzo de los padres.
¿Cuándo se celebra Día del Padre?
En México, el Día del Padre se celebra el tercer domingo de junio. En 2025, la fecha caerá el 15 de junio. Esta elección no responde a un evento histórico específico, sino que sigue la misma lógica adoptada por Estados Unidos y muchos otros países que comparten el calendario gregoriano. Se trata, por tanto, de una celebración de carácter civil y familiar, más que religiosa o institucional.
Origen internacional de la festividad
El origen moderno del Día del Padre se remonta a principios del siglo XX en los Estados Unidos. Una de las figuras más influyentes en su establecimiento fue Sonora Smart Dodd, quien, inspirada por la celebración del Día de las Madres, propuso en 1909 la creación de un día similar para reconocer a los padres. Ella deseaba rendir homenaje a su propio padre, un veterano de guerra que, tras la muerte de su esposa, se hizo cargo de criar solo a sus seis hijos.
El primer Día del Padre se celebró en 1910 en Spokane, Washington, pero no fue sino hasta 1972 que el presidente Richard Nixon lo proclamó oficialmente como una festividad nacional en los Estados Unidos. A partir de entonces, su influencia se expandió hacia otros países del continente americano, incluido México.
Introducción y adaptación en México
En México, la celebración del Día del Padre comenzó a popularizarse a mediados del siglo XX, en especial entre las clases medias urbanas influenciadas por los modelos culturales de Estados Unidos. Aunque no tiene una historia tan larga o tan institucionalizada como el Día de las Madres —celebrado cada 10 de mayo con gran entusiasmo desde 1922—, la efeméride ha ganado visibilidad y aceptación progresivamente.
Hoy en día, escuelas, empresas y medios de comunicación destinan espacios para conmemorar esta fecha. En los centros educativos es común que se realicen actividades especiales, como festivales, exposiciones de dibujos, o convivios familiares. En el entorno laboral, algunas empresas otorgan pequeños reconocimientos o realizan dinámicas para homenajear a los padres entre su personal.
Significado y evolución cultural
La figura del padre ha evolucionado significativamente en la sociedad mexicana. Durante mucho tiempo, predominó el arquetipo del “padre proveedor”, distante emocionalmente y con una función meramente económica o de autoridad. Sin embargo, las transformaciones sociales, culturales y legales de las últimas décadas han dado lugar a modelos de paternidad más afectivos, presentes y comprometidos con la crianza compartida.
El Día del Padre, en este contexto, no solo representa una ocasión para regalar corbatas o artículos deportivos, sino también para reflexionar sobre la importancia del rol paterno en la formación de valores, la estabilidad emocional y el desarrollo de los hijos. Además, se convierte en una oportunidad para reivindicar a los padres solteros, viudos o separados que, al igual que muchas madres, asumen el cuidado diario y la educación de sus hijos con amor y dedicación.
Celebración contemporánea
En la actualidad, muchas familias mexicanas celebran el Día del Padre mediante comidas familiares, regalos personalizados, llamadas telefónicas o salidas recreativas. Aunque no es considerado un día festivo oficial ni implica suspensión de labores, se ha vuelto una fecha de reunión y de agradecimiento. Las redes sociales también juegan un papel importante, ya que muchas personas aprovechan las plataformas digitales para compartir fotos, mensajes y anécdotas en honor a sus padres.
El sector comercial, por su parte, promueve la fecha con campañas de descuentos, especialmente en artículos como relojes, ropa, tecnología y herramientas, adaptando el discurso publicitario a estereotipos o preferencias tradicionales asociadas a la figura masculina.
Conclusión
El Día del Padre en México es una celebración que, aunque más reciente y de menor escala que otras festividades familiares, sigue ganando espacio en la conciencia colectiva. Su valor reside no tanto en el consumo, sino en el reconocimiento del papel fundamental que desempeñan los padres en la vida cotidiana, desde una perspectiva moderna, afectiva y equitativa. Reconocer su esfuerzo, presencia y amor es una forma de fortalecer el tejido familiar y promover modelos de paternidad más cercanos, empáticos y responsables.