Descubre cómo jugar Texas Hold’em como todo un profesional

No es ninguna novedad que el póker es uno de los juegos de cartas más preferidos por muchas personas: es uno de los más populares del planeta, muy por encima del blackjack o el rummy.

Pasatiempo de bastantes jugadores e, incluso, profesión de unos cuantos, el póker Texas Hold’em sigue pisando muy fuerte en la región latinoamericana. 

Si ya eres un habitual en el mundo del flush, las escaleras o el full, seguramente ya sabrás que existe más de un tipo de juegos de póker. Pero si eres principiante, no te preocupes, que hoy te vamos a explicar las bases de esta divertida y apasionante disciplina… ¡porque se requiere bastante para jugar como un profesional! 

Conoce las bases del póker

El póker es como cualquier otro juego de mesa o de cartas, en el que te enfrentas ante uno o varios jugadores. La diferencia es que, en este caso, hay bastante estrategia y destreza mental de por medio.  

Las bases son las siguientes: 

• La herramienta principal es la baraja de 52 naipes, lista para ser repartida entre dos o siete jugadores (aunque hay casos excepcionales).

• El objetivo es alcanzar la mejor mano –combinación de cartas– que te dé la mayor ventaja con respecto al resto de los participantes.

• Aunque no tengas la mejor mano, puedes ganar si consigues que los demás contrincantes se retiren de la partida.

• Las cartas se reparten en el sentido de las agujas del reloj y después viene una etapa de apuestas; el ganador se lleva la apuesta acumulada, también conocida como pot. 

• Cada partida se juega en diferentes etapas, en las cuales se van mostrando cartas –no las de los jugadores, sino las que están al centro de la mesa– y se puede subir o igualar la apuesta; cada participante también tiene la posibilidad del descarte y retirarse de la partida.

El rey del póker: el Texas Hold’em

Como lo mencionamos, existe más de un tipo de póker, principalmente dos vertientes sumamente populares: el Texas Hold’em y el Omaha, el primero mucho más popular que el segundo. ¿En qué consiste cada uno? A continuación te decimos la diferencia:

En el apartado anterior mencionamos que cada jugador recibe un cierto número de cartas. En el Texas Hold’em se obtienen dos, mismas que pueden combinarse con las cinco que se colocan encima de la mesa. En el Omaha, en su lugar, se reparten cuatro cartas a los participantes, de las cuales es obligatorio elegir dos para formar una mano. 

A ojos de alguien poco habituado a este juego, esta diferencia podría parecer mínima, pero significa un mundo de división entre una y otra vertiente. Algunos aseguran que el hecho que en el Omaha se tengan más cartas y, por consiguiente, más combinaciones, la convierte en el tipo de póker más divertido, especialmente para los jugadores primerizos. Sin embargo, esto también le da puntos a su hermano rival “pokeriano”: en el Hold’em, al haber menos cartas con las que armar una mano, se incrementa el juego de estrategia ya que, además de buscar la mejor combinación, también se intenta adivinar las del rival. 

Otra variante entre uno y otro es que en el Hold’em no hay límite de apuestas, agregándole todavía más “sazón” a la hora de jugar. Este último punto juega a favor del llamado “bluff”, que es cuando se intenta engañar al resto de los rivales, haciéndoles creer que se tiene una mano muy competitiva, ya sea continuando en las diferentes etapas o subiendo mucho la apuesta. Al final, no es casualidad que el Hold’em se sitúe como el tipo de póker más popular. 

Tips para jugar como un profesional al Texas Hold’em

Sigue estos tips para poder mejorar tu juego de póker Texas Hold’em y así convertirte en un experto.

• Utiliza el bluff a tu favor: también conocido como “farol”, consiste en hacer creer al resto de los jugadores que tienes una mano difícil de vencer cuando no es así. O también si realmente cuentas con una combinación muy fuerte, proyectando demasiada precaución, como teniendo poco con qué competir. Existen varios tipos de bluff en el Texas Hold’em, como los que no dan ganancias inmediatas, pero que pueden incrementar las posibilidades de hacerte ganar más tarde.

• Saber calcular las probabilidades del “bote” o pot: para ello, es necesario tener en cuenta el número de fichas que hay en un “bote” (lo que se va reuniendo de las apuestas), el valor de las fichas apostadas y cuánto hay que poner sobre la mesa para igualarlas. No es una estrategia sencilla, ya que se tienen que dominar conceptos como las apuestas “a ciegas”, las “subidas” e “igualadas”. 

• Saber cuándo retirarse: el póker, más que en cualquier otro juego, es imprescindible saber tus limitaciones. No intentes ser demasiado ambicioso o creer que eventualmente sucederá un milagro con tus cartas, porque cuando las cosas no están saliendo como esperabas, mejor dar un paso atrás.

¿Ya estás listo para jugar?