Miguel Hidalgo, en su confesión en el juicio, acepta haber permitido y ordenado los saqueos y matanzas indiscriminadas en Guanajuato o Valladolid entre otras más.
El 6 de noviembre los insurgentes ocupaban el paraje de San Jerónimo Aculco mientras que los ejércitos realistas habían tomado posiciones en Arroyo Zarco .