Atractivos

Valle de Bravo, Pueblo Mágico de México

Valle de Bravo

Valle de Bravo en el estado de México

Valle de Bravo es un pequeño pueblo que se encuentra al suroeste de la ciudad de Toluca y a 76 kilómetros de de Cd. de México.

Es el pueblo, de calles empedradas y casas con techos de dos aguas y teja roja. Destaca la utilización de madera, adobe y ladrillo, las paredes blancas con guardapolvos, sus portales y balcones. Lugar que fue durante centurias escenario de transiciones culturales entre los pueblos nahuatl, matlatzinca y purépecha, pero que actualmente brilla como uno de los destinos turísticos más frecuentados por los vacacionistas, sobre todo aquellos que escapan al bullicio de la gran capital los fines de semana. Incluso Valle de Bravo, así como Avándaro (desarrollo urbano contiguo que se distingue por su exclusividad), poseen una gran actividad en torno al negocio de bienes raíces pues una gran cantidad de familias poseedoras de residencias optan por rentar o vender al no poder frecuentar sus propiedades‚ “de fin de semana“‚ como usualmente hacían. Y es que el lugar ha sido desde los años sesenta un rincón de descanso para la clase privilegiada de Cd. de Méxicoo, un refugio ciertamente hermoso gracias a los maravillosos bosques que rodean la región, o gracias al magnífico lago que sirve para la práctica de deportes náuticos: si, un lugar paradisiaco y, porque no, de moda y status.

Quiosco
Quiosco en el parque central de Valle de Bravo

Pero desde la perspectiva comunitaria tradicional, en Valle de Bravo se desarrollan diversas actividades económicas, entre las que sobresalen la producción de loza de barro vidriado, alfarería en general, artesanías de madera, telas de lana con bordados, deshilados, trabajos de cestería con ocochal y diversos trabajos en piel. Sin embargo el turismo es, claro está, otra de las actividades esenciales en este destino que cuenta con una oferta hotelera suficientemente amplia y de buena calidad.
Abundan los restaurantes donde puede saborearse una trucha fresca o una cecina vallesana, platillo que, por cierto, es la especiealidad de la zona.

Los primeros asentamientos en este municipio fueron de indígenas matlalzincas, establecidos en lo que ahora son los barrios de Santa María Ahuacatlán, La Peña y Otumba. El rey Axayácatl conquistó la zona para establecer el íntimo bastión del imperio azteca hacia el año 1432, haciendo frontera con el imperio tarasco. Para 1530, tras la caída azteca en mano de los españoles, fray Gregorio Jiménez Cuenca funda San Francisco Temascaltepec del Valle. En 1861 recibiría el nombre que hoy conocemos y el rango de Ciudad Típica de Valle de Bravo le sería conferido en 1971.

Lago de Valle de Bravo
Velero en el lago de Valle de Bravo

El lago se formó por el embalse de la presa Miguel Alemán, construída en 1955, y en sus márgenes se ubican más de 42 clubes náuticos. Por tanto, la práctica de veleo y esquí son factores de gran atracción en el lugar, así como para aquellos que disfrutan la navegación en botes o acuamotos.
Y, por si fuera poco, Valle de Bravo resulta ser el sitio ideal para disfrutar volando en planeadores y papalotes que tienen como punto de partida la cima del Cerro de la Cruz, a 2,500 metros sobre el nivel del mar. También se practica el golf en tres estupendos campos que incluyen todos los servicios, equitación, moto-cross, ciclismo de montaña o simples caminatas entre los magníficos caminos y parajes que serpentean entre sus bosques.

Cerca del pueblo, en dirección noroeste, se localiza un promontorio rocalloso conocido como ‚ “La Peña“, lugar donde encontramos vestigios prehispánicos entre los que destacan piezas arqueológicas y pinturas rupestres.
Y no hay experiencia más agradable que emprender una caminata a orillas del lago, encontrando restaurantes sobre el malecón e incluso uno que otro flotando en la laguna.
En ese lugar, además de instalarse puestos de artesanías los fines de semana, pueden alquilarse lanchas rápidas o de paseo para explorar los límites del lago, o bien rentar un caballo para recorrer los alrededores y percibir la atmósfera rústica que encanta los sentidos del visitante. Desde la Peña del Príncipe se abre una vista extraordinaria hacia el lago y los alrededores, por lo que muchos paseantes llegan a su cima para apreciar el paisaje.

Avándaro, palabra derivada de la lengua tarasca, significa ‚ “Lugar de Ensueño“, y en ese lugar encontramos el parque y reserva ecológica conocida como el Salto Velo de Novia. En este lugar se frecuentan las caminatas y los‚ días de campo‚ pues hay dispuestas algunas mesas con asadores. El llamado Salto de Velo de Novia, en su constante caída de su agua fría, baña las rocas y aporta al observador una inigualable sensación de tranquilidad.
Y que bella naturaleza la de este lugar!
Además de tantos atractivos, no podrá dejarse pasar una visita por el Mercado de Artesanías o el Mercado Municipal, ubicados en las calles de Av. Juárez e Independencia, respectivamente. En uno se aprecia la sorprendente estética de los deshilados y la alfarería de la región, mientras que en otro simplemente se disfruta en la compra de frutas y verduras, flores, plantas, hongos y nueces, o bien saboreando deliciosas comidas elaboradas en puestos donde se acompañan los guisos con tortillas azules hechas a mano.
En los alrededores de Valle de Bravo existen diversos puntos que resultan igualmente interesantes, como la Reserva de Monte Alto o el Parque Nacional Bosencheve para quienes practican la pesca, las poblaciones de Donato Guerra, Villa de Allende, Temascaltepec, Tejupilco, Bejucos, Ixtapan de Oro, etc., poblados pintorescos cuya cultura se arraiga al suelo de la región con encanto singular.
Y majestuoso se yergue en las cercanías el Nevado de Toluca, volcán lleno de misterio y leyendas, silente coloso al que llegan alpinistas o curiosos.
Venga a Valle de Bravo y tenga unas vacaciones inolvidables!