Pueblos Mágicos

Pueblo de Valladolid, el orgullo de los yucatecos.

Fue en esta región que tuvieron lugar dos grandes pasajes de la historia de México: por un lado, la Guerra de Castas en 1847 y, por otro, la antesala de la Revolución Mexicana en 1910.
Pueblo de Valladolid

El pueblo de Valladolid es una comunidad colonial de imponentes cenotes, casonas de colores, marquesitas de chocolate y buenos anfitriones. No por nada es llamada “la capital de oriente maya”. 

El pueblo de Valladolid se encuentra a poco más de 158 kilómetros de Mérida, Yucatán. Un viaje de cerca de 2 horas en autobús o auto propio basta para disfrutar de este encantador lugar. 

Fue en esta región que tuvieron lugar dos grandes pasajes de la historia de México: por un lado, la Guerra de Castas en 1847 y, por otro, la antesala de la Revolución Mexicana en 1910. Se encuentra justo en medio de Mérida y Cancún y por eso es que, desde antaño, es un punto estratégico de movilidad.

El recorrido por Valladolid empieza en su zócalo. Ahí hay que visitar la Plaza Francisco Cantón Rosado, el parque más importante de la ciudad. Son famosas sus bancas de color blanco y la apacible sensación de descansar un rato debajo de sus árboles. 

Entre los imperdibles del pueblito también están la Iglesia de Santa Lucía y Ex Convento de San Bernardino. Este último fue la primera sede de los Franciscanos en la región y en su interior aún resguarda vestigios del proceso de evangelización de los mayas.

Por supuesto que el recorrido no estaría completo sin la visita a algunos de los más extraordinarios cenotes de Valladolid. El Cenote Zací solía servir para proveer de agua a toda la población y ahora funciona como restaurante y alberca natural.

Los cenotes Xkekén y Samulá también son famosos por sus características. Su agua color azul turquesa y sus estalagmitas están de ensueño, descienden de la bóveda y duplican su imagen en el agua.

Pasear en bicicleta en la Calzada de los Frailes es un must, se trata de la antigua calle que unía la ciudad de Valladolid con el pueblo indígena de Sisal, uno de los puertos mexicanos más importantes en la época de la Colonia.

Y al norte del poblado está la Zona Arqueológica de Ek Balam, es otro de los spots favoritos de quienes gustan de los relatos históricos bien contados. Como un atractivo adicional, el Cenote X-Canché se encuentra a poco más de un kilómetro de esta zona y es una verdadera joya.

Además, Valladolid tiene una oferta gastronómica que por sí sola atrae a visitantes de todo el mundo. Entre los más pedidos están el escabeche oriental, y el pavo sak-kol, el auténtico representante de la cocina mestiza de Yucatán.

Para refrescar el paladar, nada como agua de lima, de guanábana, de piña con chaya, pozol o el balché, la bebida ceremonial de los mayas elaborada con las raíces y la corteza del árbol de balché

Valladolid tiene encanto y personalidad para unas vacaciones de ensueño.