Tecate, una de las grandes joyas bajacalifornianas
Tecate se encuentra en la frontera norte del país. Es sede de gran variedad de maravillas naturales, spas de ensueño, la puerta de entrada a las mejores vinícolas y donde se puede disfrutar de La Rumorosa.
Para llegar a Tecate, basta con tomar un avión hasta el Aeropuerto Internacional de Tijuana, General Abelardo L. Rodríguez y, después, viajar por carretera unos 50 minutos hasta este Pueblo Mágico. Ahora bien, también es posible llegar a Tecate desde Mexicali y en solo 2 horas, desde Ensenada en 1 hora y media o viajar desde Rosarito poco más de 1 hora. En cualquier caso, el road trip vale completamente la pena.
Se sabe que Tecate fue bautizado así por sus pobladores indígenas, sin embargo, se desconoce el origen de la palabra. Aunque algunos historiadores creen que significa “piedra cortada” o “árbol cortado”.
De lo que no hay duda es de que esta es la población que vio nacer la mundialmente famosa cerveza que lleva el mismo nombre. Pero esa es apenas una pequeña parte de su historia.
El recorrido por Tecate inicia en el Parque Miguel Hidalgo con su quiosco, algunas artesanías de barro, vidrio, algodones de azúcar y la calidez de su gente.
El Palacio Municipal, el Museo Regional y la Estación del Ferrocarril también son parte de los imperdibles. Este último tiene influencia del estilo arquitectónico de la primera etapa del norteamericano Frank Lloyd Wright. Muy cerca, en la Avenida Juárez, hay que probar el pan dulce recién horneado en una bóveda de ladrillo, un método de origen egipcio que se vende en un sitio llamado El Mejor Pan de Tecate (¿así o más claro?).
Por supuesto que conocer la Cervecería Tecate tiene que ser parte del plan. Pero también hay que explorar la ruta del vino desde la llamada Puerta Norte, la Cava de Don Juan es un buen punto de partida.
La Zona Arqueológica El Vallecito también es un must en Tecate. Se recorre por un sendero turístico en un aproximado de 2 kilómetros en los que se pueden ver espectaculares pinturas rupestres, materiales aislados y campamentos habitacionales.
Se suma a los destinos turísticos Cuchumá, un lugar sagrado para la etnia kumiai rodeado de cascadas y cuevas preciosas. Y, por supuesto, La Rumorosa, una pequeña localidad donde se disfruta del turismo de aventura en medio de un santuario de rocas y vistas sin igual.
Tecate se incorporó al Programa Pueblos Mágicos de México desde 2012 y, a partir de entonces, sus restaurantes, hoteles, spas y centros ecoturísticos no han hecho más que ganar popularidad. Por eso y por su popular tiradito de abulón acompañado con una salsa picante hay que visitar esta región.