Coscomatepec, un pueblito veracruzano con espectaculares vistas
Coscomatepec de Bravo es un pueblito localizado en la zona montañosa del estado de Veracruz. Su rica arquitectura colonial, sus destinos ecoturísticos y el famoso café jarocho son solo parte de su encanto.
Coscomatepec se ubica a unos 40 minutos de Córdoba, Veracruz, a menos de una hora de Orizaba y a una hora y media del puerto jarocho y sus atractivos. Para conocer esta zona no hay nada mejor que hacer un road trip en auto, pues las vistas son fantásticas.
Su nombre proviene del náhuatl “Cuezcomatepec” que se compone de las palabras: “cuezcoma”, plural de cuezcomatl o troje (lugar o espacio para guardar semillas o frutos), de “tepetl” , que significa “cerro” y de “C”, que quiere decir “en”.
Así que Coscomatepec significa “en el Cerro de las Trojes” o “Cerro de la Troje”. Y es en 1903 cuando la Villa de San Juan Coscomatepec obtiene la categoría política de Ciudad y el nombre de Coscomatepec de Bravo en honor a la heróica defensa que el general insurgente Nicolás Bravo hizo de esta localidad.
Se incorporó al programa Pueblos Mágicos en el 2015 y las razones son muchas; entre ellas, su Palacio Municipal con murales pintados por la artista María del Carmen Calderón Rendón que cuentan la historia del poblado.
El Parque Municipal Constitución es otro de los imperdibles de Coscomatepec, su arquitectura colonial y colorida fachada llaman la atención de todos sus visitantes. Ahí mismo se encuentra la Parroquia de San Juan Bautista, que resguarda al último de los tres Cristos de la Agonía que existían en el mundo entero.
Basta dar unos pasos para llegar hasta el Museo Tetlalpan, que resguarda alrededor de 300 piezas de cerámica, obsidiana y piedra basáltica, pertenecientes principalmente a las culturas totonaca y otomí.
Y es que las raíces de Coscomatepec se encuentran prácticamente intactas, son motivo de orgullo para los locales, tanto así que los lunes en el Parque Municipal Constitución todavía vive la práctica del trueque de la que todos pueden ser parte.
Además, hay que recorrer las faldas del Pico de Orizaba, donde se puede practicar alpinismo, senderismo y ciclismo. Cuando se deshiela en su cascada de Alpatláhuac el espectáculo es de otro nivel.
Los olores y sabores de Coscomatepec también son grandes razones para visitar la región. Se puede presenciar el proceso artesanal del armado de un puro y, por supuesto, se puede degustar de un buen café veracruzano en cualquiera de sus rinconcitos.
Para acompañar, un buen pan hecho en horno de leña, mole, barbacoa blanca o unos tamales de flor de izote. El esquimole también es famoso, se trata de un caldito de cerdo con polvo de maíz tostado y molido, epazote y cilantro.
Y, por supuesto, no se puede salir de Coscomatepec sin algunos recuerdos de la visita. Sus artesanos son expertos en el manejo del telar y la talabartería con piezas de vestir y accesorios preciosos.