Pueblos Mágicos

San Pedro y San Pablo Teposcolula

San Pedro y San Pablo Teposcolula fue fundado en 1520, y no fue sino hasta el 2015 que se incorporó al Programas Pueblos Mágicos.
Teposcolula

Gerardo Corona Alarcón

San Pedro y San Pablo Teposcolula es un pueblo culturalmente riquísimo rodeado por vestigios de la cultura mixteca. Pero también es una localidad con una deliciosa oferta gastronómica en la que destaca el mole amarillo, una tradición muy oaxaqueña. 

San Pedro y San Pablo Teposcolula se encuentra a poco menos de dos horas de Oaxaca de Juárez y a 2 horas y media de Tehuacán, Puebla. Se puede llegar en taxi, autobús o auto propio.

La palabra Teposcolula deriva del náhuatl “tepoztli” que significa “cobre”, “colotl” que significa “torcedura” y “tla”, “junto”, es decir, “junto a la torcedura de cobre”. Y fueron los conquistadores quienes, en el siglo XVI, construyeron el templo y claustro de San Pedro y San Pablo que también da nombre e identidad al poblado.

El paseo por el Pueblo Mágico empieza en el Parque Municipal, rodeado por el Portal de Dolores y la Casa Parroquial. El monumento de Las Mascaritas es también un imperdible en San Pedro y San Pablo Teposcolula.

Aunque el pueblo fue fundado en 1520, no fue sino hasta el 2015 que se incorporó al Programas Pueblos Mágicos. A través del tiempo, ha mantenido su arquitectura original, en la que destaca su conjunto conventual.

El Templo y Claustro de San Pedro y San Pablo Teposcolula, ubicado en pleno centro, es una majestuosa construcción del siglo XVI con cantera rosa y blanca. Su Capilla Abierta, la más grande de América Latina, es una joya en sí misma. Y la Capilla de Santa Gertrudis no se queda atrás. 

La Casa de la Cacica es otro de los atractivos de la región, uno de los pocos edificios que se conservan con las técnicas de construcción mixtecas. En Cerro Viejo y San Pedro Yucunama se encuentran algunos otros vestigios y un juego de pelota mesoamericano.

Entre las construcciones que cuentan la historia de San Pedro y San Pablo Teposcolula, están también El Alarcón y La Alcantarilla, estructuras que formaron parte de un complejo sistema de conducción de agua que todavía asombra a propios y extraños. 

Además, la típica gastronomía oaxaqueña también se encuentra en cada rincón de esta localidad. Hay tamales con hoja de totomoste, pozole con yerba santa, mole amarillo, agua de chilacayote, pulque en todas sus presentaciones y pulque con mezcal.

De San Pedro y San Pablo Teposcolula se sale con experiencias inolvidables, el corazón contento, algunos textiles bordados y artículos de palma. Este es un pueblito que sí o sí hay que visitar.