Valladolid: La Sultana del Oriente mexicano.
Por Paulina Sánchez Vázquez
Valladolid principal cede de la Guerra de las Castas y cuna de la primera chispa de la Revolución Mexicana y actualmente catalogado como Pueblo Mágico
Valladolid es es también el aparador caribeño de edificaciones coloniales, zonas arqueológicas icónicas y vida cosmopolita y aunque el nombre de la ciudad quizás no sea tan famoso como algunos de sus principales atractivos turísticos: Chichen Itzá y la iglesia de San Servacio; no obstante, lo cierto es que este rincón yucateco reúne grandes tesoros históricos, culturales y naturales que conforman un incomparable destino en las puertas del Caribe mexicano.
Ocaso de una ciudad maya
La evidencia arqueológica que se ha encontrado en la Península demuestra la existencia de diversos asentamientos prehispánicos, muy probablemente creados por migrantes provenientes del Golfo. Así, el área se pobló poco a poco hasta que se formaron diecinueve cacicazgos distintos.
Posteriormente, el conquistador Francisco de Montejo inició la expansión territorial en el oriente del territorio y tomó la decisión de establecer una población española alrededor de la laguna que los naturales conocían como Chouac-ha, es decir, “agua larga”.
Desde ahí pretendía extender su dominio sobre los indios cupules, pero la capital donde éstos habitaban, Zacihual (gavilán blanco), no fue fácil de tomar ya que, haciendo alusión al nombre de la población que representa a un ave carnívora, su comunidad resultó ser muy hábil para las actividades bélicas.
Zaci
Aun así, a pesar de la organización de varios levantamientos indígenas, Zaci cayó al fin, y en 1543, Montejo fundó en Chouac-ha una villa a la que llamó Valladolid, en honor a la ciudad española del mismo nombre.
Para disgusto de los conquistadores, la fundación fue seguida de continuas rebeliones, además de que las tierras no favorecían la agricultura, el clima era demasiado húmedo y, como consecuencia, la salud de los pobladores se vio deteriorada. Fue así que el 24 de marzo de 1545, el asentamiento de Chouac-ha se trasladó a Zaci, mudando también el nombre que se le había asignado: Valladolid.
La nube negra
Los españoles encontraron en Zacihual una tierra cubierta de frondosa vegetación y acunada por dos cenotes. Pero ese paraíso natural pronto se vio consumido por la guerra. La intromisión hispana en las costumbres indígenas y la imposición de trabajos y tributos provocaron en los naturales una sed de liberación y venganza.
Primera gran rebelión
Así, la primera gran rebelión indígena que tenía como fin acabar con la opresión estalló el 9 de diciembre de 1546 -originalmente planeada para el 9 de noviembre, fecha que corresponde a la muerte final en el calendario maya. A ella siguieron otras rebeliones que desencadenarían en lo que se conoce como la Guerra de Castas y, en ese transcurso, según describe Serapio Baqueiro, las calles de Valladolid se convirtieron en ríos de mujeres, ancianos y niños corriendo bajo una lluvia de balas en dirección a las parroquias, sus gritos acallados por el fuego sostenido entre ambos bandos. Finalmente, la ciudad cayó y, como consecuencia, la población salió en sus carruajes en un éxodo a tierras ibéricas. De esta manera, pasaron muchos años antes de que Valladolid fuera recuperada.
Dos poderes en pugna
Una vez que Valladolid ganó su fama como ciudad heroica y que concluyó la época de conquista, comenzó un periodo de pacificación y reconstrucción en el que el mundo maya se desvaneció poco a poco entre altas torres de iglesias, gruesas bardas de conventos y campanarios.
Poco a poco, la orden franciscana fue adquiriendo gran poder en Valladolid donde, con pretexto de evangelizar a los indios, los obligaban a mudarse cerca de sus conventos abandonando así los pueblos de encomienda. Para los indios, la situación no presentaba alternativa alguna, ya que si se rehusaban a obedecer, los frailes prendían fuego a sus casas, argumentando que actuaban bajo potestad divina. Por su parte, para los encomenderos tampoco era fácil oponerse a estas acciones, ya que si rechazaban las demandas de los religiosos, se les acusaba de herejía.
Chispa de libertad
El 18 de julio de 1847, tras 25 años de haber sido elevada a categoría de ciudad, Valladolid volvió a convertirse en campo de batalla, aunque en esta ocasión, los indios rebeldes eran mayores en número. Cansados de la opresión de los hacendados y hartos de pasar hambre y necesidad, los sublevados iniciaron una gran batalla en Valladolid que duró dos meses causando grandes pérdidas para la población española que, una vez más, decidió evacuar la ciudad.
Probablemente fue esa fuerza interior de los habitantes de Valladolid la que se extendió hasta inicios del siglo XX cuando, de nuevo, la ciudad fue escena de enfrentamientos sangrientos. En 1910, las fuerzas revolucionarias tomaron la Plaza Principal para convertir a Valladolid en la primera ciudad del país en ser libre de la dictadura de Porfirio Díaz –lo fue por cuatro días- y así inspirar un espíritu de lucha que se extendió a nivel nacional.
Explorando el oriente de Yucatán
Las ruinas de las grandes ciudades mayas se pueden encontrar en todo el sureste de México y datan, aproximadamente, del año 1,000 a.C. El más grande misterio que las rodea es el haber sido abandonadas súbitamente como si alguna causa específica hubiera empujado a todos sus habitantes a dejar atrás sus vidas y su mundo.
Específicamente en el caso de la Heroica Ciudad de Valladolid, ubicada a dos horas en autopista desde Cancún y poco más de una hora desde la Riviera Maya, las zonas arqueológicas contenidas en su territorio la han convertido en la segunda ciudad más importante y visitada del estado de Yucatán.
Atractivos
Chichen Itzá La ciudad sagrada de los Itzáes, ubicada a media hora de Valladolid, representa una de las zonas arqueológicas mayas de mayor fama. Sus construcciones más emblemáticas, en las que presidía el dios Kukulcán (representación maya de Quetzalcóatl) pertenecen al periodo postclásico y le han ganado al sitio la inscripción en la lista de Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Ek Balam Significa “jaguar negro” en maya, y aunque permaneció escondida entre la selva hasta el siglo XIX, hoy en día es sumamente apreciada por la magnífica conservación de sus majestuosas construcciones. Se localiza a 30 kilómetros al norte de Valladolid y desde lo alto de la pirámide principal ofrece una magnífica vista de las ruinas de Cobá, a 48 kilómetros.
En Valladolid existen también paisajes de belleza atemporal que resguardan la vida natural así como leyendas prehispánicas.
Cenotes
Cenote Xkekén Conocido como La Cueva Azul debido a que sus aguas presentan una tonalidad muy intensa de este color gracias al sol que penetra por una entrada natural en la parte superior de la bóveda. Está a siete kilómetros al suroeste de Valladolid y es un sitio ideal para nadar rodeado de estalactitas y peces multicolores.
Cenote Zaci Se dice que en este lugar se revive cada año una maldición antigua por la que se ahoga un joven siempre que las aguas verdes del sitio se tornan color oscuro. Para añadir emoción a la visita, se puede descender hasta el espejo de agua de 28 metros de diámetro por medio de una serie de escaleras primitivas. Como complemento, en la parte más alta, cerca de la boca del cenote, hay un restaurante al aire libre con vistas espectaculares.
Entre los inmuebles en los que resalta la arquitectura colonial, hay uno de tradición eclesiástica que se puede calificar como el más representativo:
Iglesia de San Servacio También llamada San Gervasio, y conocida por su fachada de mampostería, un escudo arabesco de la corona real correspondiente al primer rey Borbón, Felipe V, acompañado de un cordón franciscano y dos grandes torres simétricas con sus respectivos campanarios. En el interior destaca un gran retablo de madera decorado con motivos vegetales y decoraciones pintadas en dorado.
Casonas coloniales
Sumado a dicho ícono de la ocupación española, algunas de las casonas coloniales mejor conservadas que se pueden visitar en Valladolid incluyen la Casa Cural, que antes fue hogar de personajes destacados; el Bazar Municipal, anterior sede del teatro de don José María Iturrale; la Casa de la Cultura con sus bellísimos arcos de medio punto descansando sobre columnas cilíndricas; y la Casa Delio Moreno Cantón, la cual, además de llevar el nombre del novelista, poeta y político que la habitó, perteneció previamente a Pedro Sainz de Baranda, héroe de la independencia de México.
NUMERALIA
-20 Días que duró el sitio de Valladolid en la primera rebelión indígena en Yucatán.
-1973 Año de creación del escudo de armas de Valladolid para conmemorar el 150 aniversario de haber sido nombrada ciudad.
-6 Número de torretas estilo español representadas en el escudo de Valladolid, simbolizando los barrios de la ciudad.
-Con 29 metros de altura, 55 metros de ancho y 146 metros de largo, La Acrópolis es la estructura más grande del conjunto de Ek Balam. En su interior contiene la tumba de Ukit Kan Le’k Tok.
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