El Cosmovitral y Jardín Botánico de Toluca
El Cosmovitral y Jardín Botánico: una obra llena de dualidades y coloridos.
El Cosmovitral y Jardín Botánico de Toluca es un inmueble y una obra de arte al mismo tiempo. Tiene un gran valor patrimonial y cultural, siendo quizás el sitio más representativo de la ciudad de Toluca. Pero la obra por sí misma tiene una mayor relevancia pues, según los expertos, se trata del vitral más grande del mundo.
Historia
La historia de este sitio mexiquense se remonta al 22 de febrero de 1909, fecha en la que inició su construcción a cargo del ingeniero Manuel Arratia, originario de Zumpango, para la conmemoración del primer centenario de la Independencia.
Inaugurado el 5 de julio de 1980, este sitio cultural es todo un símbolo para los mexiquenses
Ahí se alojaba el Mercado 16 de Septiembre, pero para 1975 el inmueble ya no tenía la capacidad para seguir funcionando igual. Por esa razón, el gobierno del Estado de México decidió adecuarlo como un espacio cultural.
A la par del Cosmovitral, se concibió el Jardín Botánico con plantas endémicas de la región debidamente identificadas y etiquetadas con su nombre científico: Especie, Género y Familia, así como su uso medicinal y/o general, y su nombre vulgar.
La labor de investigación, colecta y ubicación de especímenes correría a cargo del Jardín Botánico de la UNAM, pero la obra del Cosmovitral y sus vidrios coloridos obligaron a reconsiderar el tipo de plantas, siendo sustituidas por especies ornamentales que podían crecer y mantenerse adecuadamente en el recinto.
El maestro Leopoldo Flores Valdés tardó un año en el diseñó el Cosmovitral, mientras que al vitralista Bernabé Fernández, junto a casi 100 artesanos de Metepec y alrededores, les llevó tres años de arduo trabajo en el que emplearon unos 125,000 pedazos de vidrio.
Inaugurado el 5 de julio de 1980, este sitio cultural es todo un símbolo para los mexiquenses: consta de 48 vitrales montados en una estructura metálica de 75 toneladas, la cual soporta las 45 toneladas de vidrio soplado y 25 toneladas de cañuelas de plomo, en las cuales se combinan 28 colores diferentes.
En palabras del propio Flores Valdés, su obra es la recreación de la lucha del día contra la noche, el bien y el mal, lo oscuro y lo claro.
El Vitral
¡La obra es impresionante! Nos ofrece un recorrido cromático en el que no hay un orden predeterminado, apreciando en todo el conjunto una cosmogonía donde impera la dualidad del universo expresada en la noche y en el día, en lo femenino y lo masculino, etc.
A lo largo de una secuencia de vitrales, búhos y águilas se enfrentan hasta que, finalmente, las últimas son derrotadas. Al morir, las águilas revelan los cuerpos de los hombres incapaces de trascender en la vida, pues han caído víctimas de sus propias debilidades.
La parte occidental del conjunto remata precisamente con «El Hombre Sol»: la figura del hombre en medio de un círculo de fuego, mostrándose conforme a la sección áurea o la Divina Proporción de Pitágoras, representando a la especie y su relación con las leyes de la creación.
Aprovechando la disposición del edificio, dicho vitral se enciende naturalmente al caer el sol durante los equinoccios, ofreciendo así un espectáculo sumamente especial a los visitantes.
¡No te pierdas de conocer el Jardín Botánico-Cosmovitral de Toluca!
Eduardo Albornoz