Pueblos Mágicos

Palizada, donde el tiempo parece haberse detenido

Campeche cuenta con una oferta turística y gastronómica amplísima, además, su tradición indígena se evidencia en cada pequeño poblado y Palizada no es la excepción. Este Pueblo Mágico es encantador y es, sin duda, un regalo de los locales para el mundo entero.

Palizada se encuentra en Campeche, a 357 kilómetros de la capital del estado. Hay que hacer un recorrido en automóvil de unas 4 horas que vale completamente la pena. El poblado está bordeado por el río del mismo nombre, un brazo del Usumacinta, que desemboca en la Laguna de Términos.

También se puede llegar desde Villahermosa, Tabasco, en solo un par de horas y con unas vistas inigualables. Y qué tal llegar desde Palenque, Chiapas, en un recorrido del mismo tiempo. 

Debe su nombre a la gran cantidad de madera tintorea llamada palo de Campeche, palo de Brasil y palo de tinto. El primer nombre de este poblado fue el de San Joaquín de la Palotada, después se llamó San Ignacio de la Empalizada y finalmente Palizada.

Esta población fue fundada oficialmente por los españoles el 16 de agosto de 1792 para impedir que los piratas ingleses posesionados de la Isla del Carmen invadieran estas tierras también. Aunque, por supuesto, los primeros habitantes fueron indígenas de origen nahuátl y chontal.

Ya estando en Palizada, lo primero que hay que ver es su Centro Histórico, rodeado de los parques Benito Juárez, el de La Madre y el Parque Libertad. Este último cuenta con una réplica de la Estatua de la Libertad de Nueva York, Estados Unidos.

A solo unos pasos está la Iglesia de San Joaquín, el edificio más sobresaliente del primer cuadro del poblado y también el más antiguo. Su impecable fachada roja y su única torre de campanario la convierten en una obra de estilo elegante y sencillo.

La arquitectura de las casas de Palizada es un espectáculo, así que hay que caminar sus calles. Los techos altos, los detalles de mosaico y los muros coloridos nos recuerdan a un pueblo donde se detuvo el tiempo.

El Río Palizada es otro de los sitos que hay que visitar, es posible ver desde anfibios, peces y reptiles hasta la cigüeña jabirú. Se puede navegar en bote o en kayak y encontrarse con un manatí o “vaca de mar”.

Su fondo está repleto de restos de barcos hundidos y cocodrilos. Son muchas las historias, la flora y la fauna alrededor de este destino turístico. Las fotografías en esta zona de Palizada no pueden faltar. 

Y para comer, claro que hay que visitar el Mercado Municipal, ahí se pueden encontrar mojarras y pejelagartos. Hay atole de maíz, variedad de tamales, cochinita pibil y panuchos. El chocolomo y las empanadas de queso también son un must

Palizada es uno de esos destinos que se quedan grabados en la memoria por su esplendor.