Creel, el Pueblo Mágico que se cubre de nieve en invierno.
Creel es uno de los Pueblos Mágicos de Chihuahua, el estado más grande de México. Entre pinos, un icónico tren y su machaca, los lugareños dan la bienvenida a nacionales y extranjeros a un destino lleno de historia y tradición.
Creel se encuentra en Chihuahua, a 3 horas y media de la capital del estado. Este pueblito está ubicado en la Sierra Tarahumara; su gente, sus bosques y su temporada de nevadas lo han convertido en el destino elegido por muchos.
Se puede llegar en automóvil privado o en transporte público, pero no hay nada como llegar en tren y disfrutar de un viaje panorámico de unas 4 horas. Los servicios son operados por Chepe, el único ferrocarril que ha sido internacional en su visión desde su concepción.
Aunque no existe información bibliográfica suficiente, se sabe por testimonios fieles que Creel fue fundado en 1907 en una antigua ranchería de nombre Segórachi, cuyo significado es “Lugar de ranas”.
Todavía es común caminar por sus calles y, entre arquitectura que nos recuerda al lejano oeste, se evidencia la presencia de los rarámuri, una de las mejor conservadas de toda América.
El recorrido comienza en el Centro Histórico. Hay que visitar la Plaza de Armas y la Casa de las Artesanías donde se puede encontrar desde madera tallada hasta joyería con semillas. Sin embargo, la cestería de los rarámuris es el más grande atractivo de la región.
El Templo de Nuestra Señora de Lourdes es también un must en el centro de Creel. Y el Templo y Monumento a Cristo Rey no se queda atrás, es una escultura de 8 metros de altura en lo más alto de una colina y se puede ver desde casi cualquier punto del poblado.
Visitar el Valle de los Monjes y el Valle de los Hongos es también todo un espectáculo. Se trata de sitios en donde piedras y rocas repiten formas extraordinarias.
Además, no podemos perder de vista que Creel es la puerta de entrada a las majestuosas Barrancas del Cobre, un sistema conformado por siete barrancas en donde, además de capturar imágenes de otro nivel, se puede volar en tirolesas, practicar rappel o senderismo en una experiencia a través de la comunidad rarámuri.
Pero eso no es todo. La Barranca de Urique cuenta con su propia oferta turística. Es la más profunda de México y para disfrutarla como se debe hay que dirigirse al mirador del Cerro del Gallegoa 2 mil 400 metros sobre el nivel del mar.
Para apapachar el alma, a unos 30 kilómetros de Creel se encuentra Recowata, un manantial de aguas termales con una serie de pilas a las que el agua llega directo desde una pequeña cascada.
Finalmente, para consentir al cuerpo, hay una amplia oferta gastronómica en la zona. Los burritos, la machaca y la discada son algunos de los platillos más famosos. Y, por supuesto, el tesgüino o tejuino, una bebida fermentada de maíz, para acompañar cualquiera de ellos.
Creel se incorporó al programa Pueblos Mágicos en 2007 y, desde entonces, no ha hecho más que crecer en popularidad, sobre todo porque es uno de los pocos poblados en México en los que se puede disfrutar de una nevada durante la época de invierno.