Mocorito, descubre por qué se le conoce como “La Atenas de Sinaloa”
Entre palmeras, girasoles, chilorio y la calidez de su gente, Mocorito es uno de los más atractivos pueblitos mágicos del norte del país. Es ideal para disfrutar de un fin de semana con color y la clásica banda sinaloense.
Mocorito se encuentra a poco menos de 2 horas de Culiacán y de Los Mochis y a cerca de 4 horas de Mazatlán. La forma más barata de viajar es en auto propio, sobre todo con varios ocupantes, aunque hacerlo en autobús también es una buena opción.
La belleza sinigual de sus edificios coloniales, la música de banda, sus sitios ecoturísticos y su chilorio son solo algunas de las razones que atraen a visitantes de todo el mundo hasta este pueblito.
Fue en 1594 cuando se fundó la Misión de Mocorito por un par de jesuitas, sin embargo, fue erigido como municipio por decreto hasta abril de 1915. Su nombre es un vocablo cahita que significa “lugar de gentes que hablan un dialecto de lengua cahita” o “donde habitan los indios mayos o macoritos”.
Es conocido como “La Atenas de Sinaloa” por su florecimiento cultural, artístico y literario en 1900. Su clima suele ser muy cálido, así que una buena gorra no puede faltar para comenzar el recorrido por sus calles.
Su Centro Histórico es bellísimo, está rodeado por más de 80 coloridas casonas de gran relevancia arquitectónica. En esta zona de Mocorito, llama la atención el Templo de la Purísima Concepción, que conserva 14 grabados del siglo XVI representando las diversas estaciones del viacrucis.
La Plazuela de los Tres Grandes es también uno de los imperdibles de la región, rinde homenaje a Agustina Ramírez, Eustaqui Buelna y Rafael Buelna Tenorio, 3 mocoritenses ilustres.
El Hemiciclo a Buelna no se queda atrás, es una verdadera obra de arte. Y justo ahí se puede disfrutar también del mural “Mocorito, Ateneo sinaloense”, una obra del artista plástico Ernesto Ríos Rocha que da vida y color a la historia del pueblo a través de 97 metros cuadrados de diminutos mosaicos.
Pero eso no es todo, el Museo de Historial Regional también tiene su encanto, se ubica en el casco de la Antigua Hacienda de Nuestra Señora de las Angustias y guarda documentos originales y piezas arqueológicas que revelan la historia del pueblo.
Quien visitan este poblado entre enero y febrero, también pueden disfrutar del campo de los girasoles de Mocorito que simula “El laberinto Mágico de Girasoles” de Van Gogh. Se trata de 4 hectáreas de estas bellezas, el marco ideal para tomar las mejores fotografías.
En el Parque Recreativo Alameda hay mucho por hacer. Es parte del recorrido porque se puede realizar un paseo en caballo y disfrutar de algunas otras actividades al aire libre.
Y entre una parada y otra, se van encontrando las bandas sinaloenses de Mocorito y sus riquísimos platillos. Aunque fue declarado como Pueblo Mágico en 2015, desde mucho antes es bien conocido como la cuna del chilorio, un guiso de carne de cerdo deshebrada con chile pasilla.
Las palomas empanizadas y los bizcochos chorizos también tienen un lugar en el corazón de locales y visitantes. Producen buenos quesos y jamoncillos, un dulce suave de leche, azúcar y canela.
Mocorito lo tiene todo para encantar los sentidos de cualquier que llegue hasta sus tierras.