Cadereyta de Montes, la puerta de entrada a la Sierra Gorda Queretana
En pleno corazón de Querétaro se encuentra Cadereyta de Montes, un pueblito que, aunque representa solo el 9.6% de la superficie total de la entidad, es grande en diversidad cultural y natural.
Cadereyta de Montes participa en el programa Pueblos Mágicos desde 2011 y las razones sobran. Se ubica a solo una hora de Santiago de Querétaro, así que un recorrido de poco más de 72 kilómetros basta para disfrutar de sus paisajes.
Antes de la llegada de los españoles, los Chichimecas, Pame y Jonace habitaron la región. Pero no fue sino hasta febrero de 1640 que se fundó oficialmente la Villa de Cadereyta, en honor del virrey Lope Díez de Armendáriz (Marqués de Cadereyta). En 1902 se le dio su nombre actual en honor al político queretano, Ezequiel Montes.
Cadereyta de Montes se ha distinguido como la Capital Escobera de México, actualmente se producen millones de escobas al año, que se exportan a más de 22 países de América, Europa, Asia, Oceanía y África.
La industria escobera no ha hecho más que crecer, pero la industria turística no se queda atrás. El recorrido por este pueblito comienza en su plaza principal, donde llaman la atención la Parroquia de San Pedro y San Pablo y El Pilancón, un estanque que se construyó para captar agua pluvial a finales del siglo XIX.
Cadereyta de Montes forma parte de la Ruta Arte, Queso y Vino de Querétaro, por lo que es posible disfrutar de sus campos vinícolas. La parada obligada se hace en las cavas Freixenet, donde se realizan catas de vinos y recorridos guiados por sus aromáticas instalaciones.
Otro de los atractivos de la zona es el Jardín Botánico Regional de Cadereyta, que cuenta con una colección de más de 3 mil plantas distintas. Una de las cactáceas más fascinantes es la Mammillaria herrerae, una especie microendémica que reduce su hábitat a unos cuantos kilómetros cuadrados del municipio de Cadereyta.
La Zona Arqueológica de Toluquilla es también un must en Cadereyta de Montes, ahí solían vivir los sacerdotes, mientras el resto de la población lo hacía en los caseríos de los alrededores. Se pueden ver cerca de 120 construcciones en muy buen estado.
La Presa Zimapán y la Isla de Tzibanzá también son parte de los imperdibles, pues se puede realizar pesca deportiva, kayak, esquí acuático, o camping para conectar con la naturaleza.
Y para los que quieren ir más allá, Cadereyta de Montes cuenta con varios espacios para senderismo y caminatas nocturnas en un clima semidesértico y entre la flora y fauna de la zona. El Doctor y La Esperanza son los spots ideales para disfrutar del turismo de aventura.
Entre un destino y otro habrá que hacer más de una parada para degustar su amplia oferta gastronómica. Se emplean la tuna, la pitaya, los gusanos de maguey y los chamueses para deleitar al paladar.
Se puede disfrutar de carne de bistec o chorizo al horno en una penca, de la barbacoa de carnero y, por supuesto, de todo tipo de quesos. Y para cerrar con broche de oro, un buen trago de pulque de maguey. Por eso y mucho más es que Cadereyta de Montes se ha vuelto popular en México y el mundo.