Pueblos Mágicos

Talpa de Allende, el pueblito jaliciense que sorprende a sus visitantes

Talpa se incorporó al Programa Pueblos Mágicos en el 2015
Talpa de Allende

Entre los paisajes más verdes de la región, techos de teja, callecitas empredradas y gente de fe, se alza Talpa de Allende, un Pueblo Mágico que todo el mundo debería conocer.

Talpa de Allende se encuentra a poco más de 2 horas del paradisíaco Puerto Vallarta y a solo 3 horas de la capital jaliciense. Se puede llegar al Aeropuerto Internacional de Guadalajara Miguel Hidalgo y Costilla para, después, hacer un road trip con vistas bellísimas. 

Talpa fue tierra nahua y capital del territorio de Tlallipan, su nombre en náhuatl significa “sobre la tierra”. Fue en 1599 cuando los conquistadores forman Santiago de Talpa y en 1885 recibe la categoría de “villa”, añadiéndole también “de Allende”, en honor al militar revolucionario Ignacio Allende

El recorrido por Talpa de Allende comienza en su Centro Histórico, donde resaltan el Palacio Municipal, un edificio de estilo colonial de 1802, y el edificio La Mexicana, que funcionó como depósito de minerales y plata extraídos de minas cercanas.

Pero no hay sitio más icónico en el pueblo entero que la Basílica de Nuestra Señora del Rosario de Talpa. Se terminó de construir en 1782 y tanto su fachada de cantera gris como los remates de su torre llaman la atención de todo aquel que la visita.

La Virgen del Rosario recibe a miles de fieles locales y de los alrededores. La Ruta del Peregrino, de 117 kilómetros, va de Ameca a Talpa de Allende con ermitas, albergues y obras inspiradas en los peregrinos que el 7 de octubre celebran a la virgen.

A solo unos pasos, se encuentra el Museo Nuestra Señora del Rosario de Talpa y ahí se exhibe una colección de vestidos de la virgen a base de bordados con hilos de oro de hasta 24 quilates. 

A unos kilómetros, otra construcción religiosa se ha convertido en un imperdible en Talpa de Allende. Se trata de la capilla de la Cruz de Romero, desde donde se puede admirar el pueblito entero. 

Y eso no es todo, Talpa se incorporó al Programa Pueblos Mágicos en el 2015 también por sus maravillas naturales. El Bosque de Maple, constituido por la misma especie de árbol que crece en algunas ciudades de Canadá, es recorrido por miles de turistas. 

En otoño, con la caída de las hojas de los árboles, el bosque ofrece un espectáculo sinigual. Se puede hacer senderismo siempre y cuando no se interfiera con la vida del lugar, pues Talpa de Allende ha resguardado y protegido su bosque generación tras generación. 

Talpa también cuenta con un sitio, de aproximadamente 300 metros cuadrados, con grabados rupestres que se atribuyen a los olmecas. Es como viajar al pasado en apenas unos minutos. 

Talpa de Allende ofrece entre cada recorrido su tradicional birria, tamales, tostadas y una amplia oferta de postres: desde rompope hasta los dulces de guayaba en los que se han especializado los locales.

Además, las artesanías de la región son encantadoras y un buen recuerdo de esta mágica visita. Destacan los cántaros, las cazuelas y comales, jarros, jarrones y las artesanías de chilte. Es un pueblo verdaderamente mágico.